El año de 2016 representa el 101° aniversario del genocidio armenio. Iniciado el 24 de abril de 1915 y continuado a lo largo de la Primera Guerra Mundial, las atrocidades comenzaron con el encarcelamiento masivo de líderes e intelectuales armenios en Constantinopla (hoy ciudad de Estambul) por el Imperio Otomano. En los años siguientes, la población armenia dentro del Imperio Otomano sufrió numerosas atrocidades llevada a cabo con el objetivo de la exterminación.
Durante el genocidio, los hombres armenios fueron enviados a campos de trabajo forzado y sistemáticamente ejecutados. Las mujeres, los niños y los ancianos, por su parte, fueron capturados y obligados a marchar, sin medios para la subsistencia, en el desierto que los rodea. Hacia el año 1918, aproximadamente un millón de armenios habían perdido la vida, lo que representaba alrededor de un setenta por ciento de la población armenia en la región.
El abogado judío-polaco Raphael Lemkin, quien da su nombre a nuestros seminarios en Polonia, movilizado no solo por la brutalidad del genocidio armenio sino por la impunidad de los perpetradores, contribuyó en gran medida al desarrollo del concepto de genocidio – una palabra que acuñó – y sus esfuerzos por la criminalización universal de dicho concepto a mediados de siglo XX.
El Instituto Auschwitz para la Paz y la Reconciliación se une a la comunidad armenia y otros en todo el mundo para recordar esta atrocidad y a sus víctimas. El AIPR se une también al creciente llamado a reconocer el evento como un genocidio, no solo en aras de la exactitud histórica, sino también, en palabras del Director de Programas Académicos del AIPR, Doctor James Waller, “para llevar verdad a la memoria y al pueblo armenio y afirmar que la justicia, no importa cuánto tarde en llegar, no puede ser rehén de la negación.”