Profiles in Prevention

Fabian Oddone

fab

Fabian Oddone es diplomático y trabaja actualmente como Jefe Adjunto de la Misión en la Embajada de Argentina en Bogotá, Colombia. El Señor Oddone ha participado como instructor en los Seminarios Raphael Lemkin Globales del AIPR en noviembre de 2011 y diciembre de 2013, además de la edición Latinoamericana del seminario en octubre de 2014.

¿Cuáles son las razones que le han llevado a trabajar en el campo de la prevención del genocidio y atrocidades masivas?

Sin duda, haber tomado conciencia de que los genocidios no son apenas el resultado de historias de líderes enajenados que se hicieron del poder en algunos países remotos en circunstancias muy particulares de la historia, sino que son monstruos que todas las sociedades pueden generar y que cualquier persona, sin excluir ninguna, puede convertirse en un perpetrador. Los nuevos avances de las ciencias sociales, de la psicología y de la biología evolutivas y los avances en el diagnóstico de estos procesos sociales me han conmovido profundamente, me han alertado y he sentido desde entonces que prevenir no sólo es una posibilidad de evitar la violencia masiva, sino que es una urgencia y que todos tenemos una función importante que cumplir en llevarla a cabo.

¿Cuál cree que son las acciones y políticas más eficaces a largo plazo en la prevención de atrocidades masivas?

Educación, educación y educación. Existen los elementos suficientes como para poder llevar a cabo esta tarea: un mayor compromiso de la comunidad internacional; la experiencia de los genocidios y atrocidades masivas que muestran que no hemos sido buenos a la hora de prevenir en los últimos cien años; tener a la vista las consecuencias duraderas de tragedias humanitarias que permanecen por generaciones en los países afectados; los instrumentos de derecho internacional de los derechos humanos que exigen a los estados prevención y difusión en la educación en estas materias, etc.

¿Quién o qué lo inspira o motiva en su trabajo?

La Argentina ha sido un ejemplo en la comunidad internacional en mostrar como una sociedad que ha sido afectada por atrocidades masivas puede volver de ellas, recuperar su autoestima y que las lecciones de esa historia tan violenta puede servir como base para una agenda de derechos humanos superadora, que permita restañar las heridas, que permita avanzar en la lucha contra la discriminación, en la concientización de la población en el respeto por la pluralidad y la diversidad, etc. Por ello, tener la posibilidad de contar nuestra historia, de compartir experiencias con otras culturas que también han sido afectadas, de buscar nuevas herramientas de trabajo, de generar iniciativas para avanzar en prevención es un desafío inmenso que me motiva cada día.

¿Qué consejo le daría a un nuevo oficial del gobierno que viene entrando al campo de la prevención del genocidio?

En primer lugar, que busque aprender lo más posible. Afortunadamente, existen muchas iniciativas en la comunidad internacional, como el AIPR, que son instrumentos maravillosos al servicio de esta labor que tanto ayudan a los estados en la formación. Igual de importante es conectarse con funcionarios de otros países que también están trabajando en estos temas. El concepto de red es fundamental a la hora de potenciar los resultados que uno pueda tomar de todas estas enseñanzas y experiencias y que repercuten de manera muy positiva en el diseño de políticas de prevención de los gobiernos.