Profiles in Prevention

Lillian Kobusingye

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Lillian Kobusingye es Oficial de Programas de la Asociación de Mujeres Abogadas de Uganda (FIDA-Uganda), una organización que promueve los derechos de las mujeres con el uso de la ley como herramienta social. Es ex alumna de la Universidad de Gales en el Reino Unido y dedica su tiempo como activista a cuestiones relacionadas con los derechos de las mujeres y los niños en Uganda. La Sra. Kobusingye asistió a la edición 2017 del Seminario Raphael Lemkin Global en Polonia.

¿Cuál cree que son las acciones y políticas más eficaces a largo plazo en la prevención de atrocidades masivas? 

El enfoque que debe tomarse para prevenir atrocidades masivas y sus efectos es monitorizar el uso del discurso de odio sin provocar tensiones debido a la obligación del estado de preservar la libertad de expresión. Esto puede realizarse con un incremento en el número de voces de medios independientes, la creación de conciencia, capacitación para los trabajadores de los medios de comunicación y la utilización de la tecnología para crear plataformas alternativas. La documentación y reportajes sobre violaciones de derechos humanos durante o después de los conflictos es muy importante en la prevención de atrocidades porque estas medidas combaten la impunidad de los perpetradores, puede brindar justicia y un renovado sentido de inclusión social para las víctimas, además de servir como red de alerta temprana ante cualquier inestabilidad.

Abordar el legado de las violaciones masivas de los derechos humanos reduce la posibilidad de nuevos conflictos y atrocidades masivas a través de medidas de reconocimiento y reparación a las víctimas, el establecimiento de la verdad histórica y el cumplimiento de la rendición de cuentas por dichas violaciones. Donde ya existen procesos de justicia transicional, sus elementos pueden ser potencialmente utilizados en una situación de crisis para reducir las tensiones o proporcionar aportes informativos a los sistemas de alerta temprana. Las políticas y leyes enfocadas a la reconstrucción después del conflicto deberían priorizar las intervenciones relacionadas con los niños nacidos en la guerra y sus madres, como las de la justicia transicional. Es necesario que la legislación nacional aborde las violaciones sexuales masivas que ocurren en el contexto de conflicto o violencia.

¿Podría hablarnos sobre la FIDA-Uganda y sus labores con esta organización?

La FIDA-Uganda es una organización de membresía para mujeres abogadas que se estableció en 1974. Fue creada por un grupo de abogadas con una visión de trabajar para lograr una sociedad justa y pacífica donde los derechos de las mujeres sean realizados y disfrutados en todos los ámbitos. Su misión es “elevar el estatus de las mujeres por medio de la ley como una herramienta para el cambio social”. Por eso, la FIDA aborda principalmente cuestiones legales que afectan a mujeres y niños.

Soy la directora de la unidad de justicia transicional de la FIDA-Uganda y he trabajado con la organización durante 6 años. Actualmente, estoy coordinando un proyecto de cinco años sobre la rendición de cuentas y reparaciones dentro de un marco de justicia transicional para víctimas de violencia sexual en Uganda después de conflicto. El proyecto se basa en la subregión de Acholi en el norte de Uganda, un área profundamente afectada por más de dos décadas de conflicto armado entre el Gobierno de Uganda y el Ejército de Resistencia del Señor (LRA). Las mujeres fueron particularmente victimizadas durante esta guerra y los esfuerzos de recuperación después del fin del conflicto no han sido suficientemente sensibles al género y no han logrado la justicia social.

Los enfoques duales de la FIDA son: trabajar con las agencias estatales para fortalecer los marcos legales para apoyar los derechos humanos de los sobrevivientes de violencia sexual; y crear acciones para garantizar que el estado respeta su responsabilidad de proteger, los derechos humanos de las mujeres a través de procesos jurídicos estratégicos y el desarrollo de capacidades comunitarias. Creo que este proyecto fortalecerá la capacidad de FIDA-Uganda para apoyar el logro de la justicia de género en situaciones de conflicto. Como oficial de programa, mi trabajo también implica la creación de redes con los diferentes actores en el gobierno, así como los actores no estatales, incluidas las instituciones sociales.

¿Qué recuerda como el elemento más importante de su visita a Auschwitz-Birkenau en Polonia y su tiempo en el Seminario Lemkin? ¿Qué lecciones has aprendido de esta experiencia?

La documentación, preservación, protección y mantenimiento de los archivos creados en Auschwitz-Birkenau forman un legado importante que cuenta la historia de todas las víctimas y sobrevivientes. Creo que Auschwitz-Birkenau es una herramienta efectiva para enseñar al mundo la importancia de proteger la democracia y los derechos humanos, prevenir el racismo y promover el respeto mutuo entre personas de diferentes razas, religiones y culturas. La experiencia me ayudó a apreciar, aprender y comprender la crueldad humana, así como la violencia y cómo prevenirla.

¿Cuáles son las razones que le han llevado a trabajar en el campo de la prevención del genocidio y atrocidades masivas? ¿Quién o qué le inspira o motiva en su trabajo?

Estoy apasionadamente motivada a trabajar por mi país, específicamente en el campo de la justicia transicional. Mi mayor satisfacción es ver a una víctima o sobreviviente de atrocidades masivas obtener justicia. Me transformé dramáticamente y me enriquecí mucho trabajando con víctimas de violencia sexual y ayudándolas a documentar sus experiencias mientras el Ejército de Resistencia del Señor (LRA) las mantenía en cautiverio. Interactuar con ellas fue increíble, gratificante y significativo.

La mujer que me inspiró en el campo del genocidio y la prevención de atrocidades masivas fue secuestrada a la edad de once años, pasó casi once años dentro del Ejército de Resistencia del Señor, convirtiéndose incluso en una “esposa forzada” del líder rebelde y madre de sus hijos. Mientras estaba en cautiverio, ella consolaba, aconsejaba y amamantaba con agua tibia a las muchachas que habían sido profanadas o violadas. Su relato transmite con mucha determinación las dificultades morales de elegir la supervivencia en una situación de mucha violencia, amenazas y muerte. Esta señora fue liberada luego de ser capturada por el ejército ugandés.

A pesar del trauma que sufrió a manos del Ejército de Resistencia del Señor, más tarde ella se unió a una delegación de paz de Uganda al LRA y trató de convencer al líder rebelde de que pusiera fin a la guerra que duró más de dos décadas. Esta mujer extraordinaria también fue objeto de estigma cuando ella y sus hijos regresaron a casa. Su increíble experiencia revela las formas complejas en que la guerra ha afectado a las mujeres que navegaron la vida dentro del LRA.

Me inspiré en esta mujer porque, en su humilde manera, pudo ayudar a las niñas vulnerables en sus momentos de mayor desamparo. Resolví que yo también puedo contribuir a la prevención de atrocidades masivas.