Profiles in Prevention

Marlon Alberto Weichert

portrait

Marlon Alberto Weichert se desempeña como Procurador Federal Adjunto para los Derechos del Ciudadano en el Ministerio Público de Brasil. Desde hace tiempo ha sido colaborador y contribuido en los programas que lleva a cabo el Instituto Auschwitz para la Paz y la Reconciliación y de la Red Latinoamericana para la prevención del Genocidio y Atrocidades Masivas, donde actúa como uno de los puntos focales de Brasil. En 2016, participó en la Reunión de Alumnos del Seminario Raphael Lemkin del AIPR en Venecia, Italia.

¿Cuáles son las razones que le han llevado a trabajar en el campo de la prevención del genocidio y atrocidades masivas?

Desde 1999 trabajo en el tema de justicia transicional en Brasil, donde he tenido la posibilidad de impulsar actividades de búsqueda de restos mortales de desaparecidos políticos, abertura de fondos de archivos secretos, instauración de sitios de memoria y, sobretodo, he empezado la defensa de la tesis de que hubo crímenes de lesa humanidad durante la dictadura militar y, que por lo tanto, el Estado tiene que promover la investigación y prosecución de los mismos. Poco a poco fui tomando parte en otras iniciativas de la Procuraduría Federal de los Derechos del Ciudadano – oficina que desempeña las funciones de ombudsman o defensores del pueblo en Brasil, la cual es un órgano de la Fiscalía Federal – relacionada con la prevención y la lucha a graves violaciones de derechos humanos.

¿Cuál cree que son las acciones y políticas más eficaces a largo plazo en la prevención de atrocidades masivas?

Todas que se relacionen con la educación. Pero no una educación formal. Es indispensable desarrollar estrategias para que los procesos educativos generen ciudadanos, y no solo técnicos. Una sociedad comprometida con los derechos humanos es aquella en la que todos, en distintos campos de la vida social y profesional, respetan los derechos humanos y – en la medida de sus actividades – promueven los valores esenciales de la convivencia humana. No es posible que pasados más de 60 años desde el holocausto las democracias no hayan sido capaces de consolidar la no discriminación y el respecto a la diferencia como un principio rector de la vida en sociedad. A mí me parece que es un fracaso de la educación formal.

¿Qué consejo le daría a un nuevo oficial del gobierno que esté ingresando al campo de la prevención del genocidio?

Primero, que conozca el pasado y por qué hubo genocidios. Después, pero todavía más importante, que este se acerque a las poblaciones más susceptibles de sufrir atrocidades masivas. Que las escuche. Y mantenga las puertas abiertas para ellas.

¿Qué es lo que le hace sentir más orgulloso de su trabajo con la Red Latinoamericana para la Prevención del Genocidio y Atrocidades Masivas? Cuáles cree son las fortalezas de la RED y cómo la visibiliza en un futuro cercano?

La Red ha creado la oportunidad de aprendizaje por medio de las experiencias de otros países. Y hacer cooperación e intercambios es su fortaleza. Y me siento orgulloso de hacer parte de ese grupo. Yo pienso que la Red tiene muchas posibilidades de fortalecer la prevención en la región especialmente con más cooperaciones multilaterales.

¿Quién o qué le inspira o motiva en su trabajo?

Me inspira trabajar para la promoción de los derechos de las poblaciones más alejadas de los beneficios que el sistema económico proporciona. Es decir, actuar para la defensa de los derechos de los marginados, especialmente las minorías más discriminadas.