Profiles in Prevention

Sriprapha Petcharamesree

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La Dra. Sriprapha Petcharamesree es Directora del Programa de Derechos Humanos y Estudios de la Paz (Internacional) del Instituto de Derechos Humanos y Estudios de la Paz en la Universidad de Mahidol en Tailandia. En octubre de 2009, fue elegida por el gobierno nacional para actuar como Representante Tailandesa a la Comisión Intergubernamental ASEAN sobre Derechos Humanos, una posición que tuvo hasta diciembre de 2012.  En añadidura a sus labores académicas, es actualmente co-Presidenta del Grupo de Trabajo para un Mecanismo de Derechos Humanos para la región ASEAN. Tiene un diploma en Ciencias Políticas por la Universidad Thammasat, así como un D.E.A en Política Comparativa y un Doctorado en Política Internacional con distinción de la Universidad Paris-X.

¿Cuál cree que son las acciones y políticas más eficaces a largo plazo en la prevención de atrocidades masivas?

Siempre creo que una de las maneras más efectivas y sostenibles de prevenir atrocidades masivas es gravitar hacia la promoción de los derechos humanos y la paz, fortaleciendo la educación. La normalización de la educación sobre derechos humanos y la paz garantizará que haya un mayor conocimiento sobre los derechos de los ciudadanos y que los gobiernos sean más sensibles hacia las personas que están vulnerables a diferentes amenazas. La existencia de mayor conocimiento sobre estos derechos, especialmente en relación con asuntos concretos, contribuirá a la disminución de las preocupaciones relacionadas con los derechos humanos, a través de respuestas políticas concretas, la promoción de derechos y el fortalecimiento de las capacidades de los actores con responsabilidades .

Al internalizar los derechos humanos a través de la educación, instituciones e individuales pueden, eventualmente, ser capaces de responder adecuadamente a graves crisis de derechos humanos o prevenirlos. Ello también permitirá garantizar el desarrollo de políticas y mecanismos para asegurar la promoción, la protección y el cumplimiento de los derechos humanos.

¿Cuáles son las prioridades actuales del Grupo de Trabajo del Mecanismo para los Derechos Humanos para la región ASEAN que usted dirige?

Como parte de mi trabajo pro bono, he estado interactuando con grupos de la sociedad civil, especialmente con los miembros del Grupo de Trabajo del Mecanismo para los Derechos Humanos, del cual soy co-Presidenta. Establecer un mecanismo de derechos humanos regional en ASEAN ha sido siempre nuestra prioridad. Sin embargo, desde que los organismos de derechos humanos se establecieron, la tarea más difícil para el Grupo de Trabajo es defender un sistema efectivo para que los derechos de las personas, en particular aquellas vulnerables o marginalizadas, sean defendidos y protegidos. Con ese sistema pretendemos garantizar que las violaciones de derechos humanos, crímenes graves y la persecución de grupos específicos no sean recurrentes en ninguna sociedad.

¿Cómo influencia su trabajo académico a su labor en derechos humanos en el contexto ASEAN?

Uno de mis proyectos académicos ha sido sobre el tema de las personas apátridas, aquellos que se identifican como Rohingya en particular. Como académica, las investigaciones exhaustivas no sólo contribuirán a una efectiva abogacía, pero también para influenciar a los gobiernos sobre soluciones a largo plazo. También se espera que los estudios específicos hacia políticas ayuden a proveer soluciones para el asunto de los apátridas. Este tema es aún muy extendido e interfiere con el ejercicio de los derechos humanos y la garantía de la seguridad humana para aquellos cuyo estatuto no está reconocido por ningún estado. Esto es sólo un ejemplo de cómo mi trabajo académico influencia nuestros esfuerzos en derechos humanos a todos los niveles.

¿Para usted personalmente, cuáles son los elementos más importantes de su visita a Auschwitz-Birkenau y su participación en el Seminario Lemkin?

A finales de la década de 70, me pidieron que entrevistara a las “boat people” (los refugiados del mar) de Vietnam y luego que apoyara las operaciones de emergencia para los refugiados camboyanos. Más o menos cada día, aprendí algo sobre atrocidades como violaciones, tortura o el asesinato de aquellos que habían huido de su país han sufrido durante años . Nunca me he olvidado de esas historias. Empecé a preguntarme cómo los humanos podían tratar a sus semejantes de esa manera. Mi visita a Auschwitz-Birkenau y mi estancia en el Seminario Lemkin me recordó la temporada que estuve trabajando en la frontera y que estas situaciones podían repetirse si una cultura de derechos humanos y paz no es internalizada en la sociedad.